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Libros - Ramana Maharshi

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El Evangelio de Sri Ramana Maharshi

El 27 de diciembre de 1939, coincidiendo con la celebración del 60 aniversario del nacimiento de Sri Ramana Maharashi, el Sri Ramanasramam sacaba a la luz un volumen en inglés cuyo título completo era el siguiente: Maharshi's Gospel, Books I & II. Being Answers of Bhagavan Sri Ramana Maharshi to Questions put to Him by (several) Devotees. La obra consistía en una compilación no muy extensa que recogía, abreviándolos y reordenándolos bajos distintos epígrafes, una serie de diálogo en los que el maestro, respondiendo a las preguntas de algunos de sus discípulos o seguidores, aclaraba diferentes puntos relativos a la doctrina o la práctica espirituales.

El presente libro es la versión en castellano de Maharshi' Gospel, incluyendo el Libro I y el II.

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Detalles del libro:
  • Título: EL EVANGELIO DE SRI RAMANA MAHARSHI - Libros I y II
  • Subtítulo: Respuestas de Bhagavan Sri Ramana Maharshi a preguntas formuladas por sus devotos
  • Título Original: Maharshi's Gospel: Books I & II
  • Autor: Ramana Maharshi
  • Edición de: Jordi Quingles
  • Editorial: Mandala Ediciones
  • Año de edición: 2010
  • Nº de páginas: 154
  • Encuadernación: Rústica
  • Formato: 14 x 21
  • ISBN: 978-8483522660

Del Prefacio:

En el momento de su publicación esta obra se constituía, de hecho, en la primera compilación aparecida en inglés de los diálogos de Sri Ramana, y sólo bastante más tarde vinieron a unirse a ella otras obras de las mismas características, entre las que destacarían dos en particular: Talks with Sri Ramana Maharshi, publicada en 1955, y Day by Day with Bhagavan, aparecida en 1968. De todos modos, hay que señalar que la primera de esas dos obras consiste en las notas que Sri Munagala S. Venkataramiah, (luego conocido como Swarni Ramanananda Saraswati) tomaba de todos los diálogos con Sri Ramana que se producían en su presencia, las cuales cubren el período comprendido entre el 15 de mayo de 1935 y el 1 de abril de 1939, y muchas de esas notas coinciden con las utilizadas por el compilador del Gospel para redactar esta obra, particularmente el Libro I, ya que se tiene casi por seguro que las preguntas del Libro II fueron formuladas en su totalidad por el propio compilador.

Ni en aquella primera ni en las sucesivas ediciones de esta obra que han ido apareciendo figura el nombre de dicho compilador, quien, en actitud muy justificable, prefirió permanecer en el anonimato. De todos modos, su nombre no nos es desconocido, pues existe la certeza de que esta compilación —la cual, como ha sido universalmente reconocido, revela una aguda inteligencia— se debe a un personaje cuyos variados merecimientos justificarían que fuera sacado de esa casi completa ignorancia que reina todavía a su respecto. Se llamaba Maurice Frydman.

Conocido casi exclusivamente por su papel crucial en la difusión, a principios de la década de 1970, de las enseñanzas de Sri Nisargadatta Maharaj, la aportación de Maurice Frydman a la cultura material y espiritual de la India no se limita a eso, sino que se extiende a muy distintos órdenes y cubre una amplísima gama de actuaciones, algunas de las cuales, por lo menos, debieran haber servido para que su nombre fuese mejor conocido. Por poner sólo dos ejemplos: ¿cuántos saben que la dhanush takli, la famosa rueca de Gandhi, que éste hizo mundialmente célebre, había sido fabricada expresamente por Maurice Frydman? ¿O que éste tuvo mucho que ver con el asilo político que el gobierno de la India concedió al Dalai Lama en 1959, convenciendo a Nehru en tal sentido?

J.Q.

Comenario: "El Evangelio de Sri Ramana Maharshi"

Creemos que este libro, que vio la luz el pasado año, no ha tenido la repercusión que merece; puede ser que se haya visto como una edición más de "El Evangelio de Sri Ramana", o simplemente como otra publicación más de las últimas que, gracias a Dios, han ido apareciendo sobre el Maestro, el hecho es que ha pasado muy desapercibido y, sin embargo, creemos que cuenta con elementos novedosos y suficientemente importantes que merecen toda la atención. Estas novedades que aporta no lo son curiosamente en cuanto al cuerpo de la obra en sí, la traducción del Evangelio de Sri Ramana que, por supuesto es relevante por sí misma, sino en cuanto a la importante y novedosa información recogida por el editor, Jordi Quingles, en el largo Prefacio y en dos artículos que constituyen el último apartado llamado "Apéndices".

El Prefacio consta de varias partes que aunque no vienen diferenciadas explícitamente en el libro sí que pueden ser establecidas por su diferente temática: una primera que nos ofrece información sobre la obra, otra dedicada a Bhagavan Sri Ramana y una final sobre Maurice Frydman. En su primera parte J. Quingles detalla cuidadosamente la aparición de este volumen en inglés, su contenido ―una compilación de diálogos― y, apuesta muy razonadamente, por el autor de dicha compilación: Maurice Frydman, hecho que hasta ahora no era conocido pues en todas ediciones anteriores no se ha mencionado al autor de la recopilación por querer mantener éste el anonimato. El primer libro del "Evangelio" sería una compilación de preguntas y respuestas recogidas por Frydman y el segundo libro preguntas que él mismo habría realizado a Bhagavan. Seguidamente J. Quingles hace un breve resumen de la aportación de Frydman a la difusión de estas enseñanzas eternas, en seguida nos viene a la mente el papel crucial que desempeñó en torno a Sri Nisargadatta ―recordemos el famoso y grueso volumen "Yo soy Eso"― pero nos revela otros campos de influencia no tan conocidos, como éste mismo de difusión de la enseñanza de Bhagavan, y otras actuaciones que van desde Gandhi al Dalai Lama. Una vez dadas estas breves pinceladas y avisándonos que posteriormente tratará con extensión la figura de Frydman pasa seguidamente a exponer consideraciones, a nuestro entender pioneras sobre Bhagavan Sri Ramana.

J. Quingles nos informa de la muy extensa obra biográfica existente sobre el Maestro, incluso ya en vida de Bhagavan, y aporta nombres como los conocidos Arthur Osborne, S. S. Cohen, Mouni Sadhu, y más actuales como Michael James y David Godman. Pero que aun con todo la pregunta "¿Quién fue Sri Ramana Maharshi?" sigue siendo válida y sobre la que todavía se pueden aportar ciertas precisiones que a nosotros nos han parecido muy oportunas. Enseguida nos damos cuenta por sus notas al pie que J. Quingles conoce bien la obra de Shankara, de F. Schuon, de René Guénon, de los conceptos doctrinales sufíes y que todo ello va a entrar en juego en su exposición que, con ese bagaje, es para considerarlo bien argumentado. Y estas precisiones sobre la relevancia de Bhagavan Sri Ramana, y que lo hace peculiar, es el hecho de que nos encontramos ante un jnani perfecto que, siguiendo la terminología de R. Guenon, ha completado las dos fases de su realización, no solo la ascendente ―la Identidad Suprema― sino la descendente en la que, sin perder su condición, asume una "misión" que en esencia consiste en "devolver las cosas a su principio". Es por ello que no todos los jnanis ejercen una influencia por igual, algunos pueden pasar totalmente desapercibidos, y solo hay unos pocos casos en los que su resplandor atractivo se une a su maestría para guiar a los demás. Y, además, J. Quingles nos previene de no establecer una equivalencia entre estos casos y el avatara, término de la tradición hindú con el que nombra a los periódicos descensos de la Divinidad para restaurar el dharma, y que el jnani perfecto o sadguru ostenta incluso mayor importancia al ser éste uno con el Sí-mismo Supremo, mientras que el avatara es la manifestación de un aspecto de lo divino (Ishvara). No nos extendemos más en esta parte pero J. Quingles sigue aportando detalles biográficos que apuntalan y documentan esta visión que responde perfectamente la pregunta de "¿Quién fue Sri Ramana Maharshi?", es decir, el Ser Supremo mismo que brilla como conciencia en el corazón de todos los seres.

Y, sin hacer como decíamos una separación formal, J. Quingles continua el Prefacio con un muy documentado recorrido biográfico, tanto en el texto como en notas al pie, de Maurice Frydman. No vamos a entrar en detalles pero nos encontramos con un asombroso personaje igualmente dotado de inteligencia para los asuntos terrenales como un hambriento buscador de la verdad que le llevan desde un monasterio ortodoxo a la sociedad teosófica para, por azares del destino y de su ocupación profesional, desembarcar en la India. Allí su actividad en varios dominios es increíble y, en lo que nos atañe, contribuye primero a la difusión de la enseñanza de Bhagavan Sri Ramana y en los años setenta a la de Sri Nisargadatta con quien aprende marathi solo para traducir al inglés sus enseñanzas. Ya muy mayor murió junto al propio Sri Nisargadatta en marzo del 1976.

Finalmente J. Quingles nos informa que se ha servido para la traducción de la 13ª edición de esta obra y que, a pesar de no ser de su agrado, ha respetado el título de "Evangelio" para no hacer creer que se trata de una obra distinta. Y añade como material inédito en el Apéndice final dos artículos de Maurice Frydman. Uno de diálogos con el Maestro que no añadió a la presente compilación y otro muy breve que Frydman publica años después de la muerte de Bhagavan en el que muestra su pesar por no haber aprovechado plenamente los años en que había estado físicamente con él. En cuanto a la traducción de los dos libros que componen el Evangelio es impecable, con un uso muy justo de las mayúsculas y notas al pie, de los términos sánscritos, del uso correcto del "Sí mismo", etc. En definitiva una edición ejemplar, con argumentos e información novedosos sobre Bhagavan Sri Ramana y Maurice Frydman, bien documentada, y asomando por doquier el reverente respeto al jnani perfecto. Una de nuestras más fervientes recomendaciones.

José Manuel Lagunas

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