Libros - Sri Ranjit Maharaj

enseñanzas en madrid

En junio de 2000, atendiendo a la petición de sus discípulos del centro Mandala de Madrid, Sri Ranjit Maharaj nos visitó, en el que fue su último viaje a Occidente. Pocos meses después murió.

El presente libro, reproduce las enseñanza que Sri Ranjit Maharaj impartió en los tres días que duró su visita en Madrid. Habló por la mañana y por la tarde contestando a las preguntas realizadas por los allí presentes.

Nada puede sustituir al hecho de estar en la presencia y la compañía de un verdadero maestro como Sri Ranjit Maharaj. Es difícil hacer llegar mediante un libro su espontaneidad y el ambiente que se creaba dondequiera que él estuviese. De cualquier modo, el mensaje que se da en el libro es el que él dio, y aquí se ofrece con la disposición de que toque al lector, tan profundamente como nos tocó a nosotros.

Da igual lo que se le pregunte, Sri Ranjit Maharaj, responde siempre desde la realidad mostrando la impermanencia y la falsedad de cualquier concepto.

Comentario: "Enseñanzas en Madrid"

En junio del año 2000 Sri Ranjit visitó nuestro país invitado por el Centro Mandala de Madrid. Como hemos comentado en la introducción fue su último viaje fuera de India porque murió poco después.

Este libro recoge las enseñanzas enn forma de preguntas y respuestas recogidas en esos tres días de junio en Madrid, del 24 al 26, y también las conversaciones mantenidas esta vez en Munich el 13 y 14 de junio de 1998. Se ha mantenido el mismo estílo que en los libros anteriores. Las conversaciones se han transcrito a partir de las grabaciones en video y la traducción corre a cargo de Pedro Rodea. La característica es la misma, es decir, mantener la literalidad de lo comunicado, sin corrección ni edición, buscando esa simplicidad e inmediatez tan caracteristicas de Sri Ranjit y, en cierta forma, heredada del linaje de su Maestro Sri Siddharameshwar.

Sri Ranjit siempre creaba un ambiente distendido muy lejos de protocolos y posibles adulaciones. Pero eso sí, como perfecto representante de la vía directa, cualquier tipo de cuestión era llevada de inmediato a lo esencial y, desde esa perspectiva, posibilitar la visión inmediata de la falsedad de los conceptos acumulados y no investigados.

Terminamos las reseñas de estas conversaciones con otra de sus típicas y lapidarias frases que, creemos, que resumen bien tanto el espíritu como la forma de su enseñanza: "Olvide todo y sea usted mismo Él; ese es el punto principal. Usted no es el cuerpo y usted no es la mente; diga eso, olvide todo y entonces deviene Él, nada de qué inquietarse".