Libros - Juan Carlos Savater

de plenitud a plenitud

Todas las experiencias, sean las que sean, son experiencias de nuestra verdadera naturaleza, de plenitud, del Señor... incluso esas dolorosas en las que nos sentimos limitados, precarios y alineados. Esto es justamente lo que hay que comprender en profundidad y tener siempre en cuenta, sobre todo cada vez que tratamos de obtener algún lucro espiritual de los muchos y variados que actualmente se nos ofrecen.

En este mundo de vigilia y en esta vida nuestra, no sobra absolutamente nada y no falta nada, excepto comprender. Nada debe desaparecer. No hay más liberación, ni más "clic", ni evento más especial, ni mayor cambio energético, ni más silencio ni más paz, que el comprender.

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Introducción

Los veinte primeros textos que componen este libro, surgieron como reflexión y respuesta a algunos temas concretos que, con diferentes disfraces, he ido viendo que se repetían al charlar sobre este conocimiento de nuestra verdadera naturaleza. Unos cuantos tienen que ver con la comprensión misma y algunos otros con nuestra actitud ante la búsqueda y lo que esperamos encontrar a través de ella. Aún sabiendo por experiencia que se termina pasando indefectiblemente por todo lo que se debe pasar y que en todos los lugares se puede aprender algo valioso, he decidido incluir algunas reflexiones algo más críticas sobre el planteamiento de algunos mensajes de no-dualidad actuales. Lo he hecho, porque respecto a esta búsqueda, me he dado cuenta de que la mayor ayuda para que el ir de aquí para allá finalice, es que a uno le aclaren pronto qué es lo que se debe y no se debe buscar.

La segunda parte del libro, es un texto bastante inclasificable que escribí casi de un tirón. Por supuesto, pediría que a nadie se le ocurra valorarlo desde un punto de vista literario, y lo considere tan solo como una especie de recopilación de las palabras de un amigo tras una larga y significativa conversación. Como hay en él muchas reiteraciones y no está muy elaborado, me consuelo pensando que tiene un poco de sutra o de salmodia. También me gusta creer que, tal y como está escrito, cualquiera puede entenderlo, aunque debo reconocer que esto tal vez sea más bien solo un deseo. Creo recordar que mi intención al escribir este texto, fue, de algún modo, abordar de nuevo todo lo importante de esta comprensión, sin dejar nada esencial fuera. Decir de un golpe todo lo que buenamente pudiera y no necesitar escribir sobre ello ya más. Respecto a lo último, esa es todavía mi intención.