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Artículos - Tony Parsons

Es visto, pero no hay nadie viéndolo

Por Han van den Boogaard, hablando con Tony Parsons
Tony Parsons

Todo tipo de maestros en Oriente y Occidente afirman hablar desde la perspectiva no-dual. Pero en realidad no es una cuestión de perspectiva, porque no se trata de opinión, creencia, juicio o experiencia. Un maestro sólo puedo decir lo que él es, y por lo tanto, lo que son todos los demás.

La forma que tiene Tony Parsons de expresar la verdad podría muy bien ser la más radical y trascendental de todas. Sin embargo, por más amigable, ordinario y accesible que es como persona, su enseñanza no deja ninguna esperanza para el individuo. Escuchando su mensaje, no te queda nada a que agarrarte. Aunque su mensaje suscita controversia, cada vez más personas comienzan a ir a sus reuniones. Y nadie permanece indiferente a lo que escucha mientras Tony habla a su no-mente.

Tony Parsons: En las reuniones, una de las preguntas que más me hacen es: "¿Así que lo que estás diciendo es que no puedo hacer nada, y que no tengo ninguna responsabilidad?". Y siempre repito: no, no estoy diciendo que no puedes hacer nada, porque eso implicaría que hay alguien que no puede hacer nada.

Pero la realidad es: no hay nadie. Eso es algo totalmente diferente.

Muchas de las llamadas personas Advaita simplemente odian este mensaje. Siempre vuelven con el mismo argumento de que lo que estoy diciendo fomenta la pereza, que es una cosa terrible, horrorosa de decir. No comprenden lo que se dice básicamente, fundamentalmente, y es que no hay elección, no hay libre albedrío. No hay nadie. Ellos creen todavía total y absolutamente en la realidad de la elección individual. Para ellos la noticia de que no hay nadie... es algo imposible de oír. Así que continúan discutiendo en la dualidad.

Por otra parte: Conozco personas que han venido una vez y lo han visto totalmente. Otros vienen a las reuniones unas cuantas veces, y luego toda la idea de individualidad simplemente desaparece. Se desmorona.

El despertar está sucediendo por todas partes en este momento. Y lo que la gente dice es que cuando sucede, se dan cuenta de que es absolutamente natural y ordinario. En cierto sentido, nada del otro mundo. Por otro lado, es absolutamente maravilloso.

— Haces una distinción entre el despertar y la liberación.

TP: Desde muy pequeños nos volvemos separados y asumimos el pensamiento "Yo soy una persona separada". Y en ese momento de separación, la búsqueda comienza. Buscamos lo que nos parece que hemos perdido. Y así crecemos en un mundo en que nos enseñan a esforzarnos y hacer que nuestras vidas prosperen, y luego es posible que comencemos a buscar algo distinto que tener éxito en el mundo, y la iluminación es una de las cosas que intentamos conseguir.

— La Iluminación se convierte en otra forma de tener éxito.

TP: Cierto. Y luego solemos ir a un maestro que nos enseña que todavía hay un individuo que puede elegir. La mayoría de las enseñanzas son como esa. Es muy raro encontrar una enseñanza como ésta, que es tan radical. Para mí, el buscador está allí, buscando, y luego llega un momento en que no hay buscador, no hay tiempo, sólo hay Unidad. Y eso no es visto por el buscador, sino que es sencillamente visto por nadie. Esto, para mí, es despertar. Y siempre después de eso hay una percepción totalmente diferente, pero en un nivel sutil todavía hay una persona, todavía hay una búsqueda que continúa, un querer saber qué ha sucedido. La persona vuelve y quiere poseer lo que ha sucedido. Él no lo entiende. Y así hay un período de integración de lo sucedido, y la persona quiere poseer eso. La gente puede permanecer así por el resto de sus vidas. O puede suceder la liberación, que es la realización de que el buscador que quiere poseer eso es también la Unidad. Y cuando esto se realiza, es de repente visto por nadie que sólo hay Unidad, y entonces todo se acaba.

En la liberación ya no existe la sensación de que hay un individuo separado. La liberación es el fin total del sentido de separación. Pero todavía hay un organismo cuerpo-mente que tiene recuerdos condicionados, y tiene reacciones y preferencias. Eso es el vivir. Que continúa.

— Las emociones todavía siguen apareciendo.

TP: Oh, absolutamente. Todo puede suceder. Nada es negado. La diferencia entre el liberado, mejor dicho, la liberación, y la individualidad es que, cuando una emoción como la ira surge, surge de nadie, pero siempre hay una persona que piensa que es su ira; que le sucede a ella, que le pertenece. En la individualidad siempre hay una propiedad de todo. En la Liberación no hay alguien que sea el propietario de la ira, pero aún así la ira puede surgir, como lo hizo antes para nadie. En la individualidad la así llamada persona sigue pensando que le está sucediendo a ella. En la liberación es simplemente ira, sucediendo a nadie.

— ¿Entonces está presente todavía una sutil dualidad, porque por un lado hay ira relacionada con el ego, y por otro lado hay algo siendo testigo de esto?

TP: Bueno, así es como se siente, pero en la liberación no hay testigo. Ha terminado. En el despertar puede haber un testigo, e incluso antes de despertar puede haber un testigo, pero en la liberación ni siquiera existe algo que sea consciente de la manifestación. Sólo hay ser, todo lo que es.

— Y esto no es comprensible…

TP: No, es un completo misterio. Y, por supuesto, va en contra de la mayoría de las enseñanzas, que enseñan que en la iluminación no hay ira, no hay pensamiento.

Esto es ignorancia. Esta es una idea de cómo debería ser la perfección. En la liberación, nada es negado.

— Todo es perfecto.

TP: Todo es perfecto, pero es que no le está sucediendo a nadie más.

— Cuando eres un niño pequeño, tampoco hay nadie a quien las cosas suceden.

TP: No, sólo ser.

— ¿Crees que es un desarrollo natural e inevitable que un niño crezca en esta ilusión de ser un individuo?

TP: Sí, absolutamente. La Unidad quiere jugar al juego de ser un individuo, buscando algo que se llama 'no ser un individuo'. La Unidad quiere jugar al juego. La Unidad está sin duda fascinada por no ser Una.

— ¿No es esto también una cuestión cultural, porque en nuestra sociedad enseñamos al niño que está separado? Si hubiera una sociedad en que al niño no se le enseñara que es un individuo, ¿qué pasaría?

TP: No lo sé. Sería fascinante. Digamos que hubiera una sociedad o un grupo de personas en algún lugar que no enseñaran eso. Bueno, entonces sólo habría liberación.

— ¿No sería muy poco práctico?

TP: Sería lo mismo, salvo que no habría nadie viviéndolo. No habría nadie allí a quien le estuviera ocurriendo.

— ¿Estás de acuerdo en que el despertar puede ser comparado con mirar a esos dibujos especialmente preparados, donde sólo ves unas pocas líneas y puntos, y te dicen: tienes que ver detrás de esos puntos? Lo he intentado muchas veces, y luego de repente una hermosa imagen tridimensional aparece.

TP: Sí. Y lo extraño es que esta visión parece tener algo que ver con la relajación, con suavizar los ojos, y entonces de repente algo más aparece. Ahora bien, el problema con esto es que la mente va a decir: 'Ah, así que de esta manera es como el despertar sucede. Todo lo que tengo que hacer es relajarme', sabes, y entonces estás de nuevo en la rueda, de vuelta a la rutina otra vez, porque es otra forma de convertirse en algo. Es sin duda un buen ejemplo de ello: ver algo que está allí que crees que no puedes ver.

— Y una vez que lo has visto, lo podrás ver de nuevo.

TP: Entonces ha acabado, sí.

— Pero no hay manera de intentar verlo.

TP: No es posible despertar para el buscador dormido. No hay tal cosa como una persona iluminada. Ninguna persona puede despertar. Cuando no hay una persona, entonces hay lo que siempre es.

— No obstante la gente tiende a buscar la iluminación personal.

TP: Sí. Bueno, a menudo la mente elabora una idea de cómo debería ser la iluminación. Esta es algo muy personal. Todos tenemos una idea de cómo deberíamos ser si estuviéramos iluminados. Eso no guarda relación con el despertar en absoluto. Pero es una imagen muy tentadora. En cierto modo, es incluso mejor que ganar la lotería. Es como: 'Guau, ahora soy una superestrella'.

— Y todos los problemas se acabarán.

TP: ¡Sí, y todo el mundo me adorará... (Risas)! Es una imagen que a la mente le gusta. Desde luego, a menudo se ven ejemplos de esto en el mundo... Personas que pretenden estar iluminados o diseminar este mensaje. Y en cierto modo lo hacen para ser glorificados.

El mundo en que vivimos es tan interesante, es tan atractivo y fascinante. Porque alguien dice: 'Yo soy esto' o 'yo soy aquello', y luego la gente en la audiencia también quiere convertirse en eso. Ellos buscan algo especial, también quieren ser especiales. Es una droga maravillosa. Así que se hace más grande y más grande y más grande. Es un mutuo acuerdo para ser especial.

— El discípulo hace el gurú, y el gurú hace el discípulo.

TP: Sí, absolutamente. Es un sueño. Y por supuesto lo más importante para el gurú es ofrecer a la gente algo que hacer. Esa es la droga. Si puede pensar en algo que él puede darles que hacer, va a tener una audiencia cada vez mayor.

— Es diferente cuando las personas vienen a ver a alguien y le piden que diga algo.

TP: Sí, por supuesto, en la liberación no hay realmente nadie diciendo nada.

No hay nadie ahí.

Recibo a mucha gente que nunca vuelve, porque no quieren oír 'No hay nadie, y no hay nada que se pueda hacer'. Eso no es atractivo para ellos. No les queda esperanza. La gente quiere escuchar que hay esperanza, y que pueden hacer algo.

Pero la cuestión es, veis, que en la liberación no hay nadie allí para comunicar cosas, no hay un programa, no hay un motivo, sólo hay lo que está sucediendo. Por lo tanto, no hay motivación para atraer a las personas, o para hacer que la gente crea esto o aquello. Es sólo alguien que está allí, respondiendo y hablando, sin ninguna idea de ir a alguna parte. Porque, en la medida en que el orador… en lo que respecta a la liberación, el público ya está liberado. Así que, en principio, no es una enseñanza, es compartir algo ya conocido, un recuerdo. Es ya totalmente conocido, pero no por la mente. Hay personas que piensan que vienen para conseguir algo, y entonces de repente reconocen que de lo que se trata es de perder algo, y hay una especie de reconocimiento de algo ya conocido, no por ellos, sino por el Uno. La Unidad sabe que sólo hay Unidad, pero pretende que no lo sabe. Así que la gente viene y pretende que no son Uno.

— Es la Unidad, hablando a sí misma.

TP: Sí, absolutamente. De esta manera es muy bonito. No hay nadie ahí tratando de hacer nada. Yo nunca sé lo que voy a decir. Tony Parsons, el personaje, se sorprende por lo que dice.

— A mi modo de ver, tú recuerdas continuamente a las personas que sus preguntas están planteadas desde una perspectiva equivocada, es decir: desde la perspectiva de ser un individuo.

TP: No hay nada correcto ni incorrecto, por supuesto. Sino que se trata de ignorancia. Las preguntas salen de la idea, la idea absoluta, de que existe un individuo.

— A veces no respondes a las preguntas directamente. Sólo tratas de señalar el hecho mismo de su ignorancia.

TP: Nadie está tratando nada. Pero lo que de hecho está ocurriendo es que hay una descripción continua o revelación de la realidad de que todo lo que hay – es Esto. Cuando hay preguntas acerca de la reencarnación, yo digo que no hay nadie que reencarna. Y entonces digo: 'Bueno, lo que está sucediendo ahora mismo, ¿qué sientes en este momento?' 'Oh, siento calor'. 'Bien, entonces el calor es Esto. Esto es lo que está ocurriendo. Hay algo que es consciente de ese calor, algo que no eres tú es consciente de ese calor'. Continuamente está haciendo que las personas sean conscientes de la realización de que no hay nadie, y todo lo que hay, es vida. Todo lo que hay, es lo que parece estar ocurriendo. Es realmente una disolución de la idea de separación.

— Me hace pensar en la manera como funciona la meditación Vipassana, porque también se trata de centrarse en lo que uno siente, o cree, o experimenta.

TP: El problema que hay con la meditación formal es que uno puede estar sentado en la cocina, tomando una taza de café, y entonces piensa: 'Bueno, ahora voy a meditar y estar presente en Esto'. Entonces, lo que en realidad uno está diciendo es que beber una taza de café no puede ser Esto, tiene que estar en el piso de arriba... Esa es la mentalidad. De hecho, la realidad es que todos en el mundo están en meditación.

— Sueles hablar de la terapia como una forma inteligente de hacer la vida más fácil.

TP: Hace la prisión más confortable. Sí, bueno, obviamente la gente ha estado con miedo durante muchos cientos de años, o lo que sea, y han acudido a la religión, básicamente, para ser consolados. Ya sabe, la religión es el opio del pueblo. Y de alguna manera, está empezando a desmoronarse en este mundo aparente. Pero creo que muchas personas recurren a la terapia para intentar sentirse más cómodos en su separación.

En lo que a mi respecta, la terapia es la cosa más inteligente de todas, pero sólo para hacer la prisión más confortable. No tiene nada que ver con el despertar, porque trabaja sobre un aparente individuo que todavía está separado. Así que puedes trabajar sobre la ira con alguien, y puede ser que por un tiempo podrías pensar que estás tratando con la ira, pero por debajo de toda esa ira, esos celos, o neurosis, o anhelos, hay una cosa que no se trata en la terapia, y que es la separación. De modo que en la terapia siempre estás tratando de tapar un agujero sacando algo de otro agujero.

— Tú tienes una hermosa expresión para esto: es sólo mover los muebles de sitio.

TP: Sí, (risas). La gente me dice: 'Ah, usted está diciendo que la meditación y la terapia son basura'. Pero no estoy diciendo eso. La meditación y la terapia son lo que son, simplemente son cosas que están sucediendo. Lo que realmente estoy diciendo es que nunca hay nadie que haya elegido a nada. No hay nadie que pueda elegir meditar o ir a terapia.

— Sí, sucede o no sucede. Sin embargo, para algunas personas puede ser tranquilizador y útil.

TP: Ah sí. Es muy inteligente. Pero todo está aún en el sueño.

— Sí, pero algunas personas tienen pesadillas en los sueños. Así que, si la pesadilla puede cambiar a un sueño más agradable...

TP: ¿Por qué no hacer que el sueño sea mejor? Y de todos modos, no se puede hacer nada al respecto. Simplemente sucede.

— Aún así, me parece que cada vez más terapeutas tratan de integrar la perspectiva no-dual en su terapia. ¿Cree que es posible?

TP: Eso depende. Lo que me estoy encontrando es que hay muchos libros en torno a los llamados libros Advaita, hay muchos que hablan de la no-dualidad. He estado en América recientemente, y hay cientos de diferentes procesos en curso y terapias y maestros que pretenden ser no-duales. No-dual se ha convertido en la palabra de moda. ¡Hoy en día en Estados Unidos usted sale a comprar una hamburguesa no-dual, (risas)! No tiene absolutamente ninguna conexión con la no-dualidad. Estas personas hablan de una forma no-dual y dicen: sólo hay Unidad, y luego comienzan diciendo: mientras tanto, tienes que hacer algo parecido a meditar con el fin de encontrar… Es tan contradictorio.

— ¿Cómo reacciona la gente en América a sus charlas?

TP: Ah, algunos de ellos están horrorizados. Hay frustración, rabia, y una especie de risa y de histeria que ocurre en torno a esta continua frase de que no hay nadie, no hay nada. 'Pero ¿qué pasa con esto', y '¿qué pasa con…', y '¿qué puedo hacer al respecto…', ya sabe. Es simplemente maravilloso de escuchar.

— Nuestra sociedad está tan preocupada en hacer cosas.

TP: Ciertamente, cuando dices a las personas que no hay nadie, y que no hay elección… ésa es la última cosa que quieren oír. Bueno, para ser justos, es la última cosa que nadie quiere oír. Lo que más tememos es nuestra propia ausencia. Pero no hay nada que temer. Esto es todo lo que hay. Pero para la mayoría de la gente existe ese temor de perderse a sí mismos. Tienen miedo de perder el control.

— Lo que me impresionó profundamente la última vez que asistí a una de tus reuniones, fue el silencio entre las respuestas que das y la siguiente pregunta.

TP: En las reuniones hablamos juntos, y en algún nivel hay una descripción de algo, que señala hacia algo más allá de la expresión. Pero la cosa más poderosa en la habitación es la infinita energía.

Es por eso que la idea de hacer un retiro de silencio es tan ridícula. Es artificial, porque el silencio sólo surge naturalmente. Incluso al decir estas palabras ahora, "esto es sólo el silencio hablando".