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José Miguel Ruiz Valls

La sabiduría de la mente

Por José Miguel Ruiz Valls 21 de noviembre de 2016
Jose Miguel

Si me pregunto ¿Soy libre por naturaleza?, enseguida viene el pensamiento "Vas a morir" a aguarme la fiesta. Si insisto en preguntar ¿Puedo elegir no-morir?, la respuesta es "No puedo, por tanto, no soy libre"... ¡Fin de la historia!

Pero ¿Quién hace esas preguntas?.. ¿Quién duda?.. ¿Quién intenta superar el miedo buscando respuestas sino la mente?.. La mente no perdería un minuto preguntando si el cuerpo es libre, pues tiene pruebas de que, el cuerpo, está afectado por un montón de límites... ¿Y qué es la libertad sino la ausencia de límites?.. Así pues, cuando la mente pregunta ¿Soy libre? está indagando sobre su propia libertad; está tratando de averiguar, si hay algún límite, por encima de ella.

La mente sabe que la muerte del cuerpo es verdad (¿Quién dijo que no existen las verdades?) y saber esa verdad la lleva a plantearse si al morir el cuerpo morirá ella también. La mente evidencia así su escaso conocimiento, pues ni siquiera sabe si es ella la que está al servicio del cuerpo o es al revés.

Si la mente tuviera la certeza de que sirve al cuerpo, tendría la certeza de que muere con el cuerpo y no haría preguntas acerca de su libertad. Pero el caso es que, si hace preguntas, es porque no tiene esa certeza. La mente cree pues que hay una posibilidad de que sea el cuerpo su sirviente y se agarra a ella; pues piensa que, si así fuera, tendría una poderosa razón para no tener más miedo ya que la muerte del cuerpo no tendría por qué determinar su propia muerte. Ese es el verdadero propósito de la mente al hacer sus preguntas, deshacerse del miedo. Por tanto, la pregunta clave puede ser ¿Sobrevive la mente al cuerpo?

Para los que identifican el cerebro con la mente, la respuesta está cantada, pues tienen suficientes pruebas de que el cerebro desaparece con el resto del cuerpo. Así pues, la mente sirve al cuerpo y muere con éste... ¡Fin de la historia!... Pero entonces ¿Por qué casi todos los seres humanos creen en entes sobrenaturales e incluso han montado religiones basándose en eso que creen?... ¿Y por qué, todos, sin excepción, le tienen tanto aprecio a la idea de libertad?... ¿Por qué se siguen preguntando si son libres por naturaleza?.. ¿Es locura?.. No, lo hacen porque la historia del cerebro-mente da miedo y lo que desean es vivir sin miedo. Lo hacen porque creen que la única manera de poder superar el miedo es encontrar una respuesta positiva para la pregunta clave.

La búsqueda de la trascendencia es pues un intento desesperado de la mente de erradicar el miedo... Pero ¿Qué es ese miedo que impide la experiencia de la libertad?.. En los animales, es un mecanismo biológico de alerta ante peligros concretos y su fin es la supervivencia biológica, pero los humanos lo hemos transformado en un mecanismo psicológico ante peligros que imaginamos. La cuestión es que, el miedo biológico, está presente solo cuando está presente el león pero el miedo psicológico está presente mientras podemos imaginar al león, y lo podemos imaginar continuamente.

¿Continuamente?... ¡Un momento!.. Tengo la certeza de que, en algún instante de mi vida, no hay miedo... Es en esos instantes en los que experimento eso otro... ¿Cómo se llama?... ¡Ah, sí!... ¡Amor!... Es al sentirme unido a otras personas, a otros seres, a la naturaleza, al universo... Esos raros instantes me dan a entender que el miedo no está sobre mí, pues el hecho de que, alguna vez, se vaya y yo me quede significa que no tiene un poder absoluto... Y eso me hace entender que el amor es la cura del miedo... ¡Que, a más amor, menos miedo!

Así pues, averiguar si la mente sobrevive al cuerpo es irrelevante, pues ya sé cómo eliminar el miedo (Además, aunque la respuesta fuera positiva, no es suficiente ―Y si no que se lo pregunten a los que creen en el infierno―).

La mente percibe todo miedo psicológico como una amenaza futura; una amenaza que no está ahí fuera, como el león, sino en su interior, e intenta sacárselo con sus preguntas... Pero, ¿Qué es la mente sino un conjunto de preguntas?... ¿Y qué son las preguntas sino una expresión de inseguridad, y por tanto, de miedo?... ¿No significa eso que mente y miedo son lo mismo?.. Siendo así, la mente, al hacer preguntas para eliminar el miedo, lo que está haciendo es eliminarse a sí misma... ¿Y por qué hace eso sino por amor?.. La mente es capaz de entregarse por amor, porque tiene pruebas de que el amor no pregunta, y eso es porque no tiene miedo... La mente se aviene a diluirse en el amor porque sabe que es tanto como unirse a los otros humanos, a los otros seres, a la naturaleza, al universo entero. La mente sabe que, cuando estás unido a todo, eres todo, y cuando eres todo, no hay límites... ¡Y dónde no hay límites, no hay ninguna necesidad de sentirse libre!

© José Miguel Ruiz Valls, 2016