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Artículos - Franklin Merrell-Wolff

Las realizaciones de franklin merrell-wolff

Por Thomas J. McFarlane

Wolff basa su filosofía en sus Realizaciones, y no en una mera especulación racional. En su informe escrito de su desarrollo místico, Wolff identifica tres reconocimientos premonitorios y dos Reconocimientos fundamentales o trascendentales.

Primer Reconocimiento Premonitorio: "Yo soy el Atman"

Franklin Merrell-Wolff en 1936
Franklin Merrell-Wolff en 1936

El primer reconocimiento premonitorio de Wolff tuvo lugar en 1922, aproximadamente 14 años antes de sus logros trascendentales. Wolff describe este primer reconocimiento como una percepción noética (1) en la verdad de "Yo soy el Atman". El término "Atman" es un término sánscrito que Wolff utiliza para referirse al sujeto de consciencia trascendental. Justo antes de esta percepción, Wolff había estado ocupado en la práctica de discriminación entre sujeto (Atman) y objeto (mundo). Esta práctica de discriminación es fundamental en las enseñanzas de Shankara, fundador de la escuela Advaita Vedanta de la filosofía no-dual. El propósito de esta práctica es efectuar una desidentificación y desapego de los objetos de la consciencia, y una realización de identidad con la subjetividad pura.

Aunque Wolff previamente estaba intelectualmente convencido de la verdad de la proposición "Yo soy el Atman", esta vez, de repente se dio cuenta de su verdad a un nivel más profundo que el intelecto. Aunque esto fue sólo una Realización velada, no obstante, produjo una sensación de Luz y Alegría, y tuvo efectos positivos persistentes, tales como un cierto cambio en la base del pensamiento, produciendo claridad donde previamente había oscuridad.

Segundo Reconocimiento Premonitorio: "Yo soy el Nirvana"

El segundo reconocimiento premonitorio tuvo lugar a finales de 1935, aproximadamente 9 meses antes del primer logro fundamental. Wolff describe este reconocimiento como la realización de que "Yo soy el Nirvana". Antes de esta percepción noética, su pensamiento sobre el tema del Nirvana había estado involucrado en la confusión de que Nirvana es una especie de otro mundo separado del mundo relativo de la consciencia sujeto-objeto. Mientras meditaba sobre el Nirvana, sin embargo, de repente se dio cuenta de que "Yo soy el Nirvana", donde "Yo" se entiende aquí como el núcleo interno de la subjetividad. Al igual que el Atman, el Nirvana no es un objeto que percibe la consciencia. Es por lo tanto idéntico con el sujeto de consciencia, o el verdadero "Yo". Al igual que con el primer reconocimiento premonitorio, esta percepción estuvo acompañada por una sensación de Alegría e Iluminación dentro de la consciencia relativa, y tuvo efectos persistentes. Además, había una sensación de una Corriente de gran profundidad.

Tercer Reconocimiento Premonitorio: "La sustancialidad es inversamente proporcional a la ponderabilidad"

El tercer reconocimiento premonitorio tuvo lugar a finales de julio de 1936, unas dos semanas antes del gran logro fundamental. Antes de esta percepción, Wolff experimentó ciertas dificultades lógicas reconciliando el Ser Trascendente con el universo físico. Estas dificultades se deben a la costumbre de considerar a los objetos de la consciencia, es decir, cualquier apariencia en la consciencia que podamos examinar o experimentar, como en algún sentido sustancial. Aunque Wolff tenía una convicción intelectual anterior de que el Ser Trascendente era más sustancial, la idea intelectual sola no había podido tener un poderoso efecto transformador en su consciencia.

Este tercer reconocimiento premonitorio, sin embargo, tuvo un efecto profundo en su consciencia que sirvió para despejar el camino para el logro fundamental que seguiría en cuestión de días. Wolff expresó la percepción con la siguiente proposición: "La sustancialidad es inversamente proporcional a la ponderabilidad", o "La Realidad es inversamente proporcional a la apariencia". En otras palabras, el grado de sustancia real o de realidad es inversa u opuesta al grado de ponderabilidad. Por lo tanto, los objetos concretos de la experiencia, que tienen un alto grado de ponderabilidad, son los menos sustanciales. Los objetos sutiles o abstractos de la experiencia, por otro lado, que son menos ponderables, participan de un mayor grado de sustancialidad y de realidad.

El efecto sobre Wolff de esta percepción fue la aceptación de la realidad sustancial donde los sentidos comunicaban un vacío, y una mayor capacidad para darse cuenta de la irrealidad, o simplemente una realidad dependiente o derivativa, en el material proporcionado a través de los sentidos. Esta percepción provocó un cambio más profundo de identificación con la realidad trascendente suprasensible, y un correspondiente desapego profundo de los objetos de la consciencia. Este cambio fue decisivo para despejar el camino para las realizaciones fundamentales que iban a seguir.

Primer Reconocimiento Fundamental: Realización del Ser, Liberación

La primera de las dos Realizaciones fundamentales de Wolff tuvo lugar el 6 de agosto de 1936. En contraste con las percepciones anteriores, que conservaban elementos objetivos en su propia consciencia y por lo tanto no alcanzaban la identificación genuina, las Realizaciones fundamentales inequívocamente trascendían la consciencia sujeto-objeto o relativa. Justo antes de la primera Realización, Wolff había estado meditando en las enseñanzas de Shankara, en particular el análisis sobre la Liberación. Tras una reflexión meditativa, se dio cuenta de que sus esfuerzos para lograr la Liberación implicaban una búsqueda en pos de un objeto sutil de experiencia. Sin embargo, cualquier nuevo objeto de experiencia, no importa lo sutil que fuera, era algo distinto de la consciencia trascendente sin objeto. Así que la Liberación no implica necesariamente ningún nuevo objeto de experiencia o cambio en el contenido de la consciencia. Por lo tanto, es un error buscar este nuevo objeto o experiencia. La Realización genuina, por tanto, es un reconocimiento de Nada —pero una Nada que es absolutamente Sustancial e idéntica que el SER.

El resultado de esta profunda realización fue el cese total e inmediato de la expectativa de que surgiera cualquier nueva experiencia o forma relativa de conocimiento. La luz de la consciencia entonces se dirigió sobre sí misma, hacia su fuente, y el puro Atman fue realizado como la plenitud absoluta y como idéntica a sí mismo. Este Reconocimiento no era una experiencia de ningún contenido nuevo en la consciencia, sino una Re-Cognición de una Verdad que es, fue y siempre será. Es un conocimiento no-dual de identidad que trasciende el espacio y el tiempo. Sin embargo, hubo varios efectos experimentados dentro de la consciencia relativa, que pueden considerarse como expresiones del Reconocimiento. Puesto que el Reconocimiento no es el reconocimiento de ningún efecto o fenómeno particular, estos no deben confundirse con el reconocimiento mismo.

Algunos de los efectos que Wolff experimentó fueron: (1) Un cambio en la base de referencia en la consciencia, trasplantando las raíces de la identidad desde lo relativo a lo trascendente, (2) una transformación del sentido del yo desde un principio puntual opuesto a los objetos de la experiencia a una identidad espacial con todo el campo de la consciencia y todo su contenido, (3) un sentido de conocimiento penetrante en las profundidades de la realidad, (4) una trascendencia del espacio, el tiempo y la causalidad, (4 ) completa libertad y liberación de toda esclavitud. Además las experiencias tenían cualidades de alegría, felicidad, serenidad, paz y benevolencia.

Segundo Reconocimiento Fundamental: Gran Indiferencia, Equilibrio

Aunque la primera Realización fundamental de Wolff fue una trascendencia inequívoca de la consciencia sujeto-objeto, durante un período de aproximadamente 33 días se mantuvieron ciertas tensiones no resueltas que impidieron un completo estado de equilibrio. Esta tensión consistía en el contraste en la valoración entre el Júbilo superlativo, la Paz, el Reposo, la Libertad y el Conocimiento de lo Trascendente y el vacío del mundo relativo. Había una diferencia entre estar ligado a la consciencia encarnada y no estar tan ligado, con un apego sutil a no estar ligado. Contrarrestar este apego sutil, sin embargo, fue la aceptación previa de Wolff del voto del bodhisattva, un compromiso al valor hacia la manifestación y encarnación relativos, motivado por la compasión hacia todos los seres sintientes. Con esta motivación, Wolff se resistió a su fuerte inclinación de retirarse a la bienaventuranza trascendental de la consciencia nirvánica. En cambio, él sacrificó su disfrute estrictamente personal de esos valores trascendentes para mantener una encarnación relativa y ayudar a liberarse a todos los seres sintientes. Este acto de compasión y de renuncia definitiva condujo a un segundo Reconocimiento fundamental inesperado que resolvió las tensiones residuales entre el universo y el nirvana.

Esta Realización representa un Equilibrio completo, no sólo un equilibrio relativo entre los objetos, sino también un Equilibrio final entre los niveles relativos y absolutos de la consciencia. Debido a que esta realización no da más valoración al nirvana que al universo, y no reconoce ninguna diferencia fundamental entre los dos, Wolff la llamó la Gran Indiferencia. Se trata de la completa resolución de la tensión entre todos los opuestos, la completa trascendencia de todas las diferencias, incluyendo la diferencia entre lo trascendente y lo relativo. En este profundo nivel de Reconocimiento, toda yo-identidad, tanto en el más alto sentido del Ser trascendente como en el sentido inferior del ego, ya no existía. En palabras de Wolff, "Yo ya no era y Dios ya no era, sino sólo lo ETERNO que sostiene todos los Dioses y los Yoes".

© 1993 Thomas J. McFarlane
Notas:
  1. El adjetivo "noético" o "noética" proviene del griego nous (inteligencia, intuición, espíritu), para el que no hay un equivalente exacto en Español. Se refiere al "conocimiento interno", una especie de conciencia intuitiva de acceso directo e inmediato al conocimiento más allá de lo que está a disposición de nuestros sentidos normales y el poder de la razón.
Fuente: The Nondual Philosophy of Franklin Merrell-Wolff