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Artículos - Bentinho Massaro

Tomar "la decisión"

(Insights Into Awareness - Cap. 15-16)
Por Bentinho Massaro
Bentinho Massaro

Tomamos una decisión a cada momento. Una y otra vez. Es una decisión muy importante, ya que determina el resultado de nuestro bienestar y, finalmente, el del mundo. Incluso puede determinar la caída o la supervivencia de nuestra raza como especie humana. Así es de importante. ¡Así eres tú de importante!

Libres del hechizo de vivir de suposiciones

En cada momento, puedes optar por creer en las percepciones que estás teniendo en ese mismo momento, o ser libre como la conciencia misma. Nuestra vida de cada día básicamente no es más que una composición de percepciones encadenadas. Tenemos la tendencia a creer en las percepciones.

¿Qué significa creer en una percepción? Significa que estás asumiendo inconscientemente que el mundo que estás percibiendo es real. Si crees en las percepciones que estás teniendo, significa que estás asumiendo que todo lo que percibes, está realmente ahí como algo en y por sí mismo; como teniendo una naturaleza independiente; una existencia sólida.

Aunque no estoy declarando que lo que percibimos sea real o irreal, es importante darse cuenta de que en realidad todo lo que podemos decir acerca de lo que percibimos, es que percibimos... No podemos probar que realmente hay un mundo ahí fuera, que en realidad hay objetos que percibimos. Incluso los cálculos con los que los científicos están trabajando que supuestamente explican nuestro universo, no son más que percepciones dentro de la conciencia. Lo leímos en una revista científica o en Internet, pero eso no es más que otra percepción creativa que surge en lo que es siempre estable, claro y presente.

Es importante darse cuenta de esto. De nuevo; no es necesariamente beneficioso afirmar que el mundo que percibimos existe verdaderamente o no, lo que es beneficioso es darse cuenta de que si existe o no existe como un mundo ahí fuera, sigue siendo una percepción dentro de la conciencia. Eso es todo lo que verdaderamente tenemos hasta aquí. Simplemente no podemos ir más allá de eso, sin entrar en el mundo de basar toda nuestra vida en una gran suposición.

Cuando nos damos cuenta de esto, poco a poco dejamos de creer que tenemos que buscar algo en ese intrépido gran universo que generalmente definimos como "estando ahí fuera". Dejamos de solidificar y objetivar nuestra experiencia como siendo una sola entidad en un mundo lleno de otros objetos y personas individuales.

Nos damos cuenta cada vez más de que la verdad no se encuentra en ninguna percepción/forma, porque ¿quién sabe si la percepción que estamos teniendo es o no realmente algo? Nunca podemos saber con seguridad si realmente existe. Al igual que nunca podemos realmente saber si nuestros sueños por la noche son realmente objetos o si son sólo percepciones dentro de la conciencia/mente. Todo lo que podemos saber, es que ciertamente son percepciones que ocurren dentro de la conciencia.

La verdad no se encuentra en algo ahí fuera, ni incluso en ninguna percepción que pudiéramos tener. No te equivoques, no hay ninguna diferencia entre las percepciones externas e internas. Te insto a que tampoco insistas en el posible significado o implicación de cualquier percepción interna.

Lo que quiero decir con percepciones internas son por ejemplo aquellas que pueden surgir cuando uno comienza a meditar. La Conciencia Libre no trata de rechazar ni aceptar ninguna percepción. Ni tampoco trata de hacer distinciones entre las percepciones externas y percepciones internas.

Todo es sólo eso: percepciones. Da lo mismo que tengas los ojos abiertos y creas percibir "estímulos externos" o que tengas los ojos cerrados y experimentes tus pensamientos, emociones, o incluso estados de meditación y sensaciones. Todo es simplemente esa misma percepción de la conciencia. Al igual que la pantalla de cine siempre será la pantalla de cine y la proyección será siempre la proyección, independientemente de lo que se muestra y qué parte del mundo o universo se despliega.

Así que me parece que lo mejor es simplemente tomar cada momento como una percepción, sin hacer ninguna otra diferenciación entre interna o externa, mundana o espiritual, buena o mala. Porque incluso la más básica diferenciación significa que ya estás entrando en ese mundo de suponer (es decir: creer) que lo que percibes es realmente algo en y por sí mismo que puede ser, o debería ser, diferenciado.

Al hacer una distinción entre lo interno o externo, ya te estás olvidando de darte cuenta de que todo lo que está sucediendo realmente, es que tú estás percibiendo.

La elección:

Volver a hacer la elección. Como he dicho antes en este artículo, la elección que tenemos en un momento dado, es o bien creer en alguna o en todas las formas que parecemos percibir, o simplemente relajarnos como el ver, como el percibir mismo.

Si elegimos asumir que lo que percibimos es realmente algo que también existe fuera de la percepción/conciencia, entonces viviremos nuestra vida como siempre lo hemos hecho: en base a una enorme y primordial suposición.

No sé tú, pero para mí, eso nunca fue realmente gratificante del todo, no importa lo grande o positiva o incluso espiritual que sea la percepción, siempre se terminaba; una verdad es tan simple como puede serlo. La verdadera felicidad o significado no se puede encontrar recurriendo a las percepciones.

Si, por otro lado, uno elige en un momento dado entender la experiencia como la percepción pura misma, y por lo tanto elige descansar en ese reconocimiento de la vida siendo una, y sin fisuras, magnífica percepción dentro de la conciencia, las cosas se aclararán de una manera tan natural que la duda será erradicada y todas las cualidades totalmente positivas inherentes a la conciencia tendrán lugar tal como se expresan a través de tu experiencia de vida.

Sé que, al menos para mí, esta es la única manera verdaderamente gratificante y totalmente beneficiosa de vivir.

Por favor no se alarme por lo que puede parecer una manera bastante extrema, casi como si le estuviera dando un ultimátum, de expresar la conciencia en este artículo. Sólo sirve para darle ese empujón extra que es posible que necesite para despertar.

El despertador ha estado sonando toda tu vida bajo la forma de cada porción de experiencia que has tenido, pero te has acostumbrado tanto al sonido del despertador, que ya no lo reconoces como una llamada para despertar.

Es por eso que es posible que necesites de alguien "del exterior" para darte ese empujón extra que te recuerde que te despiertes realmente, porque es hora de que todos nosotros, como especie humana, experimentemos el resto del día y dejemos atrás la mañana somnolienta.

Una vez que realmente te miras a ti mismo y a tus percepciones de la mancera explicada anteriormente y quizás te des cuenta de que, efectivamente, estás basando toda tu vida en la suposición de que tus percepciones son realmente cosas de ahí fuera, en lugar de sólo existir únicamente como percepciones dentro de la conciencia (así como un sueño existe únicamente como percepciones en tu mente, a pesar de que cuando sueñas parece que percibes objetos reales), entonces verás después de un tiempo, que no es necesario ningún extremo ni asumir ningún punto de vista.

No es necesario declarar si el mundo que percibimos es real o irreal. La verdad no se encuentra limitada por una definición sobre otra. La verdad abarca todas las percepciones por igual sean válidas o no-válidas. La verdad no es una única manera.

Y es por eso que nunca seremos capaces de comprender este tipo de verdad sólo con nuestro intelecto: debido a que el intelecto conoce sólo decisiones, definiciones, afirmaciones, declaraciones. La verdad es mucho más versátil y abarcadora que nuestra necesidad de una verdad estable. La verdad es todo.

Esta es la razón por la que yo rara vez haré declaraciones como Dios es real, o Dios es irreal, el mundo es real o el mundo es irreal, el karma existe o el karma no existe. Todo es mucho más simple y complejo que eso. Tendrás que empezar a despertar a la presencia de la conciencia y experimentar por ti mismo.

¿Cómo? Toma la decisión de no ser gobernado por tus percepciones, sino que reconoce todo el espectro de la experiencia como viene dado en cualquier momento, como la percepción pura que surge sin esfuerzo dentro del puro ver.

Cuando reconoces la vida como percepción, de forma natural reconoces también la conciencia.

Así que para aquellos de vosotros que creen que tienen problemas para reconocer la conciencia pura, simplemente toma el conjunto de todos los sentimientos, pensamientos y percepciones sensoriales, y míralos como una sola percepción. Luego, mantén esa conciencia de la vida como una suave, tranquila y sutil percepción pura. No entres en ninguna historia o descripción acerca de ninguna "cosa" que puedas percibir. Simplemente permite que la percepción sea reconocida como sólo una percepción. Descubrirás la paz inmediatamente.

Al hacer esto, naturalmente, te relajas en el reconocimiento de esa conciencia pura en la que y como tal la percepción existe. Haz esa elección, una y otra vez.

¿Qué es el amor?

¿Qué es el Amor?
El Amor está aquí.
El Amor es para siempre.
El Amor no tiene fin, siempre presente.

Nunca puedes tener falta de amor, ni perder el amor. Si alguna vez nos parece que ese sea el caso, entonces es que simplemente nos estamos creyendo nuestras historias de la vida que nos ciegan a la evidente presencia del Amor. Pero (el Amor) siempre está aquí.

El amor es como el trasfondo de todo. Al igual que el lienzo es para una pintura o como el cielo es para las nubes. El amor es la base de todo, sin él, no somos; sin amor, nada es. Todo es esa base; todo es ese Amor. Es la naturaleza de todo y no puede ser sobrepasado.

Siempre que dejes de pensar por un momento o dejes de creer en tus ideas, te darás cuenta de que hay un trasfondo presente en el que todos estos pensamientos y emociones aparecen. Este trasfondo se verá que está presente ahora mismo. Al igual que un espacio que está ahí ya sea que un pensamiento surja o esté ausente. Una vez que este espacio es reconocido directamente, este trasfondo del que nunca nada sale, podemos también darnos cuenta de que este espacio es el sustrato mismo de todo lo que dentro de él se conoce.

Este espacio se observa con mayor facilidad cuando no hay apego a los pensamientos que pasan. Al igual que el cielo azul abierto se puede observar mejor cuando no hay nubes o cuando al menos tenemos el valor de no dejarnos distraer por las nubes y tomar un momento para darnos cuenta y reconocer el cielo en el que existen.

Después de haber ganado confianza y la confirmación experiencial en este reconocimiento del espacioso Amor, será evidente para nosotros que este Amor está también aquí cada vez que estamos pensando y aferrándonos a los pensamientos y emociones. Todo surge, perdura y se disuelve espontáneamente en el Amor y estas apariencias son libres en naturaleza, desde el mismo momento en que surgen.

El acto de Amor y Amarse a Uno Mismo

Cada vez que te sientes mal, entonces eso es lo que sientes. Cada vez que te sientes bien, entonces eso es lo que sientes...

El simple hecho de reconocer que te sientes de cierta manera y permites que el sentimiento sea sin intentar llegar a, o derivar de ello, ninguna forma de significado, dirección o implicación, es el Amor amándose a sí mismo incondicionalmente.

Es un gran error creer que es necesario reaccionar a los sentimientos y pensamientos o exteriorizarlos para que sean resueltos. Todo ya está resuelto porque nunca nada no es. El Amor está en, a través, con y como todo lo que surge. No hay tal cosa como la distinción o valoración a los ojos del Amor. El Amor se ve sólo a sí mismo en y como todo. El Amor está completamente embriagado de su propio néctar y se expresa en formas aparentemente imprudentes, y sin embargo, sorprendentemente eficaces.

El Amor es imprudente porque no hay filtrado, ni intervención y no hay intercepción en ningún momento. Simplemente no hay nadie que revise la expresión antes de que se le permita expresarse.

Al descansar como el trasfondo de todos los fenómenos, descansamos como Amor y vemos a través de sus ilimitados ojos. En este descansado ver no hay nadie para interceptar, intervenir, pensar, juzgar, clasificar, analizar o solidificar cualquier apariencia que sea. Sólo hay Amor que se expresa directamente, de forma espontánea, sin límite, vacilación o control. Entonces, ¿cómo puede el Amor no parecer imprudente a veces, cuando se le ve desde los ojos de un intérprete?

El Compromiso con el Amor

En vez de reaccionar a nuestros pensamientos y sentimientos, podemos amarlos como son. Podemos aprender a ser pacientes con nosotros mismos y por medio de esa paciencia nos damos cuenta en nuestra experiencia directa del trasfondo de todo lo que consideramos nuestros talentos, defectos o expresiones humanas.

Al comprometerte con algo más allá del alcance de nuestros movimientos transitorios de energía, incluso si todavía no estamos seguros a qué nos estamos comprometiendo exactamente, seremos mucho más pacientes y estables siempre que se produzcan estos movimientos de energía. Tendremos una mirada situada en el infinito y nada de lo que cruce nuestra mirada nos distraerá, porque estamos mirando directamente a lo que hay más allá. Al igual que el movimiento constante de un limpiaparabrisas no puede distraer nuestra atención de la carretera.

A través de esta paciencia, dedicación y capacidad de abarcar y permitir que todo lo que pueda surgir sea como es, varemos el trasfondo de todo movimiento. Es entonces que sabremos lo que es el Amor, directamente. No conceptualmente, no intelectualmente, sino decisivamente siendo lo que somos como el fundamento omniabarcante en la cual y como tal todo existe.

El Amor se olvida de sí mismo y luego se recuerda de nuevo

Tendemos a olvidar y pasar por alto la simplicidad de lo que ya está aquí. Esto se debe a que analizamos y damos valor a las cosas. Al dar valor a algo, se hace una distinción entre esa cosa y todo lo demás. El Amor es total ecuanimidad sin distinción con todas las cosas de cualquier tipo. Desde los ojos del Amor, el mundo es nuevo y fresco en cada momento.

El Amor no se define por ―y por lo tanto no se limita a― los sentimientos de Amor solamente. El Amor está ahí como el espacio Auto-Consciente en el que se experimentan estos sentimientos de Amor.

Del mismo modo, el Amor también incluye el odio como una percepción perfecta y sin defectos dentro de sí mismo. Lo ve todo como propio, por lo tanto es una pacífica ecuanimidad que está en perfecto equilibrio consigo misma.

A nada se le niega nunca la existencia; todo es permitido tal y como viene. El Amor está completamente en-Amorado de lo que llamamos guerra, odio y todas estas cosas.

Ver todo como una expresión de ese único Amor, es recordar el Amor a través de su Conciencia de Sí mismo naturalmente inherente.

Relajarse, significa detener toda búsqueda y definición de todo (lo que equivale a dividir). Así que haz precisamente eso: Relájate. Una y otra vez, a lo largo de todos tus desafíos personales, relaja tus ideas y deja de buscar una estrategia o un billete de ida para salir de la situación en que estás y seas esa amable compasión por cualquier cosa que puedas experimentar.

Sé omniabarcante; deja que todo vaya y venga como quiera; libérate de todas las tendencias que controlan y evita las actitudes. Enfrenta tus pensamientos y emociones y ten esa mirada estable y compasiva que permita que todo surja y se disuelva y nunca te distraigas con ningún movimiento específico.

Recuerda que este Amor es el sustrato, la verdadera naturaleza, de todas las apariencias por igual, cada vez que te acuerdes de esto, más Amor se revelará como la base de todo lo que existe. Hasta el punto en que el reconocimiento del Amor, incluso frente a la confusión, sea ineludible.

El Amor simplemente está aquí para quedarse y nada escapa a su alcance. Amarse a uno mismo significa permitir que el espectro completo de tus experiencias sea experimentado sin ningún tipo de huida o manipulación.

El Amor es Libre, el Amor es Total, el Amor es Ahora.
Ya Perfecto el Amor es todo lo que eres.
Simplemente relájate...

Amor,
Bentinho.