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Artículos - Ananda Wood

La Enseñanza de Sri Atmananda Krishna Menon

Prakriya 4a - Consciencia e individualidad

Por Ananda Wood Publicado en Advaita Vision

Pregunta: Una declaración común en el Advaita es "Todo es consciencia". ¿Qué significa exactamente esto y cómo se relaciona con la iluminación?

Respuesta: Con esto quieres decir, evidentemente, que todo lo percibido o pensado o sentido es consciencia ― que incluye por supuesto las percepciones, pensamientos y sentimientos. En otras palabras, pensando en el mundo físico y mental, puedes reducir todos los objetos físicos y mentales a percepciones, pensamientos y sentimientos; y a su vez, puedes reducir todas las percepciones, pensamientos y sentimientos a algo que llamas "consciencia".

Y, sin embargo, sientes que esto no es suficiente. Admites que esto es sólo una comprensión intelectual, y que se necesita algo más que tú llamas "iluminación". Bueno, si ves que "Todo es consciencia", entonces lógicamente sólo puede permanecer una pregunta. ¿Qué es la propia consciencia?

Concibes la "consciencia" como el elemento central de tu comprensión. Pero, ¿tienes claro lo que se quiere decir exactamente con este concepto central que utilizas? Desde tu restante desconcierto e insatisfacción, evidentemente no.

Voy a tratar de hacer la pregunta más específica. Cuando alguien se identifica como un ego personal, el sí mismo (self) que conoce se identifica con un cuerpo limitado y una mente limitada. En consecuencia, mediante esta identidad personal, la consciencia se identifica con las actividades físicas y mentales de la percepción, el pensamiento y la sensación. Pero ¿puede ser correcto identificar la consciencia de esta manera? ¿Puede la consciencia identificarse correctamente como una actividad mental o física de cualquier tipo? ¿Puede la consciencia ser cualquier tipo de actividad que cualquier cuerpo o cualquier mente puede realizar, hacia un objeto físico o mental? ¿Puede cualquier modo de percibir o pensar o sentir equipararse con la consciencia?

En el prakriya testigo, estas preguntas son respondidas negativamente. El sí mismo (self) que conoce se distingue cuidadosamente del cuerpo y de la mente. Es una consciencia despejada e imparcial que atestigua las actividades distraídas y parciales del cuerpo, los sentidos y la mente. De este modo la consciencia se distingue cuidadosamente como inmutable e ilimitada, muy distinta de las percepciones, pensamientos y sentimientos que son cambiantes y limitados.

Aquí, en el prakriya testigo, la consciencia se entiende como el conocer silencioso de la iluminación desapegada. Está completamente desapegada de las percepciones, pensamientos y sentimientos ruidosos que distraen la atención de la mente, porque vienen y van. Se desapega de ellos, a pesar de que estos no pueden existir ni por un momento cuando se separan de ella. Cada uno de estos desaparece por completo desde el mismo momento en que se separan de la consciencia iluminada. Es por eso que aparecen y desaparecen ― mientras que la consciencia se mantiene, como su única realidad.

Incluso cuando una percepción o un pensamiento o una sensación aparecen, no es diferente de la consciencia. Porque entonces se han tenido en la consciencia, donde toda aparente separación es destruida inmediatamente. Sin consciencia, ninguna percepción, pensamiento o sentimiento podría aparecer en absoluto. Pero en el momento en que una percepción o pensamiento o sentimiento viene a la consciencia, es inmediatamente acogido y no está separado en absoluto.

Así que resulta que la separación del testigo es sólo una separación en apariencia. Esa misma separación conduce a una realidad no-dual de la consciencia no afectada, donde ninguna separación puede permanecer. Es sólo entonces que la consciencia es claramente realizada, conocida exactamente como es, idéntica a nuestro propio sí mismo (self).

Si el testigo impersonal no está separado del ego personal, sigue habiendo un peligro en la afirmación de que "Todo es consciencia". Para entender verdaderamente la declaración, cada percepción, pensamiento y sentimiento deben ser vistos como nada más que la consciencia. Todas las diferentes percepciones, pensamientos y sentimientos deben reducirse a la consciencia. Todos deben ser vistos como aspectos o expresiones que muestran o expresan la realidad subyacente de la consciencia.

El peligro es que la declaración puede ser mal interpretada, al hacer la reducción a la inversa. Entonces la consciencia es falsamente limitada ― reduciéndola a algo que ha sido creado por la percepción, el pensamiento y el sentimiento. En particular, la consciencia puede ser concebida como alguna totalidad mental, por una mente que reúne todas las percepciones, pensamientos y sentimientos en su limitada imaginación. O, de manera más sutil, la consciencia puede ser concebida como alguna percepción, pensamiento o sentimiento ulterior de todo, que aún permanece sin descubrir por la mente.

En cualquier caso, una concepción limitada de la mente está tratando de concebir una consciencia que es ilimitada. Esto es claramente un error.

Por supuesto, la ausencia de tal pensamiento o sentimiento pondría a la consciencia más allá de la imaginación de la mente. Pero ¿no podrías retirarte de la mente, hacia un conocer por identidad donde la consciencia es tu propio sí mismo?

En ese conocer, no habría nada entre medias de lo que conoce y lo que es conocido. Y por tanto no podría haber error. Ese conocer no tiene que ser recordado del pasado, ni imaginado como una meta futura. Es completamente presente ahora; y se encuentra tan sólo retirándote de los actos aparentes de la mente y el cuerpo, hacia el sí mismo que los conoce.

El prakriya testigo está especialmente diseñado para lograr esa retirada de las confusiones del ego. El problema del ego es que descuidadamente confunde la consciencia con las apariciones limitadas de la percepción, el pensamiento y el sentimiento, en lugar de discernir adecuadamente la verdadera identidad entre ellos.

De acuerdo con el Advaita, si no quedara nada de esta confusión, habrías alcanzado la iluminación. Si no, el prakriya testigo podría ayudar.

Hay una cita que Shri Atmananda hizo del poeta Alfred Tennyson. Se refiere a la disolución de la personalidad dentro de "la única vida verdadera". Y es relevante a la cuestión que hemos estado discutiendo, sobre la disolución de las percepciones, pensamientos y sentimientos en la propia consciencia. Aquí está el pasaje citado. (Es de una carta de Tennyson al Sr. R.P. Blood, como se cita en el libro Atmananda Tattwa Samhita que transcribe las conversaciones grabadas de Shri Atmananda.):

... una especie de despertar del trance, que tenía con frecuencia desde mi niñez, cuando estaba solo. Esto ocurría por lo general cuando me repetía a mí mismo mi nombre dos o tres veces, silenciosamente, hasta que de pronto, la propia individualidad parecía disolverse y desaparecer en el ser sin límites; y esto no es un estado de confusión, sino lo más claro de lo más claro, lo más seguro de lo más seguro, lo más extraño de lo más extraño, totalmente más allá de las palabras, donde la muerte era casi una imposibilidad irrisoria, la pérdida de la personalidad (si así fuera) no parecía extinguida, sino la única vida verdadera...

Aquí, Tennyson describe un estado que era inducido mediante la repetición de su propio nombre, el nombre que representa su individualidad. Esto provocaba una "intensidad de la consciencia de la individualidad"; y de esa intensidad, "la propia individualidad parecía disolverse y desaparecer en el ser sin límites". Este "ser sin límites" es por supuesto el "todo", en el aforismo: "Todo es consciencia". Shri Atmananda remarcaba que este "ser sin límites" todavía tiene una sombra en él, porque todavía implica una concepción de un mundo de cosas que se suman a un ilimitado "todo". Todavía hay un sentido de las cosas adicional a la consciencia ― ya sea en un mundo exterior, o traído de afuera.

Cuando realmente uno se da cuenta de que no hay nada fuera de la consciencia, entonces no puede haber nada que añada ningún tipo de condicionamiento o cualidad a la consciencia ― ni por ninguna influencia que venga desde fuera, ni desde dentro. Sin nada que añadir, no puede haber ningún límite en la consciencia; y de esta manera no puede haber ningún sentido de lo "ilimitado" o el "todo". Así que, de acuerdo con Sri Atmananda, este "ser sin límites" no es el final del camino, sino una última etapa de transición, con una última sombra que se disuelve en el fin último.

El fin se describe cuando Tennyson sigue diciendo que este "no es un estado de confusión, sino lo más claro de lo más claro, lo más seguro de lo más seguro, lo más extraño de lo más extraño, totalmente más allá de las palabras, donde la muerte era casi una imposibilidad irrisoria, la pérdida de la personalidad (si así fuera) no parecía extinguida, sino la única vida verdadera". Por ahora el sentido de un "todo" un tanto borroso ha dado lugar a una claridad de consciencia que es completamente pura, totalmente más allá de todas las agonizantes palabras y concepciones. Y allí, más allá de toda muerte aparente, su brillante pureza es totalmente positiva, como "la única vida verdadera".

Cuando aparecen las percepciones, pensamientos y sentimientos, esa consciencia pura está presente como su testigo inafectado. Cada percepción, pensamiento o sentimiento es una apariencia pasajera y agonizante. Sólo se muestra por un momento, ya que da paso a la siguiente apariencia. Por lo tanto, a medida que se desvanece en la desaparición, le sigue al instante un momento sin tiempo, antes de que surja la próxima apariencia. En esa atemporalidad, la consciencia brilla por sí misma, como la fuente viva de la que proviene la siguiente apariencia. Ese resplandor puro es el sí mismo (self) vivo, la única vida verdadera, de la cual todas las cosas aparentes brotan en la apariencia.